En
este caso me voy a referir al nuevo sustituto del monokote; el
mal llamado ORACAL, que en realidad es VINILO autoadhesivo, esencialmente
hecho para gráfica.
Oracal
es una marca de las tantas que encontramos en el mercado. Otras
de buena calidad son AVERY, 3M, NESCHEN, etc. En todos los casos
son importados.
Existen
varios tipos de VINILOS: los Calandrados, los Fundidos, (este
último, a su vez, se divide en traslúcidos y opacos),
los reflectivos, los termo adhesivos, etc. Pero el vinilo que
a nosotros nos interesa es el CALANDRADO.
Los
fabricantes venden este material con garantía. Ellos
dicen que un vinilo calandrado expuesto al sol, lluvia, viento,
etc., dura de 3 a 5 años, según marca y tipo de
calandrado. La duración implica que no perderá
el color ni se despegará.
Con
estos datos, nos es suficiente como para pensar que, podemos
utilizarlo sin problemas en nuestros modelos (que no están
expuestos al sol riguroso, ni a la lluvia, ni a ninguna condición
climática extrema, salvo el viento).
Por
otro lado, si lo comparamos con el “monokote” (que fue pensado
para forrar nuestros aviones), el vinilo tiene algunas limitaciones.
Como en el caso de forrar un ala no enchapada, con lo cual,
quizás se nos complique para estirar, porque los vinilo
no son termocontraíbles. Es más, este material
tiene memoria, o sea que, si se logra estirarlo con calor, es
probable que con el tiempo regrese a su lugar anterior. Un ejemplo
de la acción de la memoria de este material podemos notarlo
en camionetas ploteadas: el vinilo se levantará en depresiones
o salientes, si no está correctamente aplicado. Lo ideal
es colocarlo acompañando la forma base y NO estirarlo
con calor. Este detalle es muy importante.
Como
sabemos, el armado de un modelo es un trabajo artesanal y como
tal, cada uno tiene técnicas diferentes. A la hora de
forrar nuestros modelos sucede lo mismo. Pero yo trataré
de transmitirles mi experiencia en la aplicación del
nuevo y famoso vinilo, ya que lo uso cotidianamente para el
graficado de carteles, vehículos o vidrieras.
Como
este material es autoadhesivo, no necesitaremos de plancha alguna.
Solamente utilizaremos un pulverizador (cargado con agua y unas
gotas de detergente), una espátula plástica (como
las que utilizan los chapistas y que se venden en cualquier
ferretería). A ésta, la podemos cubrir con un
paño de algodón, para que no ralle el vinilo.
También nos podemos ayudar con una pelota de trapo (como
la que utilizaban los antiguos lustradores de muebles, que ellos
llamaban muñecas). Y además, necesitaremos cinta
de enmascarar de papel.
El
vinilo está compuesto por dos partes: el soporte y el
vinilo propiamente dicho.
La
técnica de aplicación del vinilo es la siguiente:
·
Una vez ubicado el vinilo exactamente sobre el lugar que uno
quiere forrar, lo sujetamos con la cinta, por el medio en la
parte más angosta.
·
A continuación, levantamos uno de los lados, despegamos
el vinilo de su soporte y cortamos éste último.
Es aquí donde uno empieza a transpirar. No se preocupe,
esto es un buen síntoma.
·
Aquí podemos hacer alguna de estas dos cosas: una es
pulverizar un poco de agua con detergente y la otra es no poner
nada y avanzar con el pegado, ayudando con la espátula
o muñeca. Las pasadas deben ser perpendiculares a la
mano que sostiene el vinilo. O sea que, si nosotros sostenemos
con la mano derecha, la izquierda pasará la espátula
hacia arriba y hacia abajo y no hacia la mano que sostiene el
vinilo.
·
El pulverizar es simplemente por si nosotros queremos retroceder
en el pegado. De esta manera el daño será menor
en la madera. En cambio si ponemos vinilo sobre vinilo, les
aconsejo pulverizar, para que no quede ningún globo.
Si quedara alguno, podremos pincharlo con una aguja. El agua,
no quita adherencia al pegamento del vinilo. En pocos días,
ésta se evaporará y el vinilo quedará por
completo pegado. Éste es otro detalle a tener en cuenta
porque, si uno pulveriza demasiado, es aconsejable no ir al
otro día a volar porque nos podemos quedar sin vinilo
en vuelo. Debemos esperar un par de días.
Bueno, ya tenemos la mitad del vinilo pegado. Nos falta la otra
mitad.
Sacamos
la cinta, despegamos el soporte desde el centro hacia fuera
y pasamos la espátula de la misma manera que antes.
Habría muchas cosas más para agregar, pero no
quiero aburrirlos y verdaderamente espero que mi exposición
les sea de utilidad.
Rubén
Marcelo Smud
rms_grafica@hotmail.com
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